Es el uno de octubre, y ha comenzado la temporada de caza.
Tras la imagen noble y elegante del galgo de caza se oculta una realidad trágica.
En la vida de un galgo rara vez abunda el amor y el cariño que anhela.
Aunque se les entrena y cuida durante la temporada de caza, por desgracia a estas bellas criaturas se les ve como simples instrumentos, privados de su identidad como seres conscientes cuya compañía se aprecia. Una vez cumplido su cometido, a menudo quedan relegados al encierro – ya sea en patios áridos o en perreras abarrotadas durante horas, con mínima interacción humana, comida escasa y poco consuelo.
Para estos perros, la emoción de la cacería se ve ensombrecida por una cruda realidad. Sus vidas son difíciles, brutales y a menudo crueles; para muchos, duran poco.
Cuando la temporada de caza concluya el uno de febrero, el destino que les espera a muchos galgos es prácticamente siniestro. A aquellos que no cumplan las exigentes expectativas de los cazadores, que estén heridos o que se hayan hecho simplemente viejos para la caza, se les abandonará como si fuesen de usar y tirar.
A estos galgos, que han servido fielmente sus dueños a pesar de los malos tratos y sufrimiento infligido por estos, les van a tirar como si fuesen basura que no vale nada. En los casos más horrendos, los cazadores podrían incluso acabar con sus vidas, pensando que al prolongar su sufrimiento cabe de algún modo esperar una próxima temporada de caza más próspera.
A muchos galgos los abandonarán a su suerte en lugares remotos, dejándolos desamparados en condiciones hostiles – donde resulta difícil encontrar techo y comida. Muchos serán víctimas de accidentes de carretera, muchos otros morirán de hambre.
No han hecho nada para merecer esta trágica desventura.
Están asustados; están aquejados de dolores; no entienden.
Lo único que deseaban era una palabra amable, un alma cándida, calor, comida y compañía.
Que sean animales de trabajo no significa que no merezcan amor y cuidados.
El cambio que estos perros necesitan podría hallarse en nosotros:
- Promoviendo leyes de bienestar animal más estrictas para protegerles.
- Apoyando a los refugios de rescate cerca de ti.
- Abriendo tu corazón y tu casa a un galgo.
Únete a #teamgalgo como aliado nuestro en esta lucha para cambiar su futuro. Juntos, podemos ofrecer esperanza en las vidas de estos perros elogiables.